El progreso de las ciencias médicas y biológicas en el siglo XIX, la repercusión de la obra de Claude Bernard (1813-1878), de Rudolf Virchow (1821-1902), de Robert Koch (1843-1910), de Louis Pasteur (1822-1895) y todo el esplendor de las escuelas médicas francesas, de Viena, de Berlín y de Edimburgo, eran un estímulo para la creación de una escuela médica en el país.